El «Herpes labial» es una enfermedad infecciosa que padece el 90% de los adultos. Un virus neurotrópico e incurable. Existen dos tipos de herpes, tipo dos a nivel genital y tipo uno que se evidencia en la boca. En la mayoría de los casos se contrae en la infancia. Los síntomas van evolucionando a lo largo de toda la enfermedad. Muchas veces el herpes pasa inadvertido pero puede ser contagiado a través del contacto directo mediante la saliva, por besos o relaciones sexuales. Pero además del contacto directo de los labios, también puede ser contraído a través de objetos y utensilios como toallas, cubiertos, vasos o máquinas de afeitar. Una vez contraído es para toda la vida en el 99% de los casos porque evoluciona a lo largo del tiempo.

Etapas del herpes: primero se siente una picazón u hormigueo entre el límite de los labios y la piel, en ese momento es aconsejable consultar con su médico para comenzar un tratamiento. Luego se desarrolla una ampolla, posteriormente una ulceración, esta es la etapa más dolorosa. Sobre el final del proceso se forma una costra hasta desaparecer a simple vista. Aunque no se manifieste exteriormente, una vez contraído permanecerá en el mismo lugar. Puede volver a manifestarse en situaciones de estrés, desórdenes hormonales y exposición al sol.