El “empacho” es la enfermedad popular más conocida en Argentina y en América Latina, seguida por el mal de ojo.
Tod@s escuchamos alguna vez a un padre o madre que llevó a su hijo a «curar el empacho», o basta con preguntarle a algun@ abuel@ si sabe alguna práctica para aliviar el cuadro.
Esta condición aparece desde tiempos inmemorables, y se mantiene de forma constante en la memoria colectiva del pueblo, pasando de generación en generación.
La RAE define al Empacho refiriéndose al verbo francés empêcher (impedir) definido como una «indigestión de la comida.»
Hablamos de una enfermedad gastrointestinal que es muy frecuente en pediatría sobre todo de 2 a 7 años, pero que afecta a todas las edades. La medicina clásica, si bien se aleja de utilizar este término, hace referencia al cuadro con el término de “dispepsia”, “gastroenteritis”, “enterocolitis” según sus signos y síntomas.
Es provocado por diversas causas como la ingestión excesiva de alimentos, alimentos en mal estado, microorganismos presentes en la comida, entre otras. Los síntomas fácilmente reconocibles son varios, los más frecuentes, distensión, vómitos, diarrea, dolor abdominal tipo cólico, cefalea, malestar general, sudoración, boca seca. En la jerga una distinción popular es entre el empacho seco o húmedo según haya o no diarrea presente.
Por lo general, antes de llegar a la consulta médica, las personas acuden a alguien conocido para practicar técnicas para curar el empacho. Hay muchísimas técnicas, y varían según la cultura y la región de la comunidad. Procedimientos manuales, plantas medicinales y rituales religiosos todas con el objetivo de limpiar el tubo digestivo.
Las más extendidas y repetidas son el método de la cinta y la tirada de cuerito.
¿Son eficaces?
Al medir con la cinta, el curador apela a señales y oraciones católicas para lograr el diagnóstico y curación del empacho. No tiene aval científico que lo respalde, no es eficaz, funcionaria como placebo.
Al contrario, TIRAR EL CUERITO, TIENE EFECTO EN EL ORGANISMO. Consiste en pellizcar con dos dedos la piel de la espalda, esto estimula los nervios que aceleran el movimiento del tubo digestivo (peristaltismo) y obliga al paciente a evacuar, calmando el cuadro. La efectividad de La tirada de cuerito se potencia cuando sucede entre la vértebra dorsal 10 y 12, ya que se aumenta la movilidad del estómago.
Pero OJO! A pesar de esto, se desaconseja su uso ya que se puede producir daños si la persona no sabe realizarlo y ademas es un método doloroso.
También se desaconseja fuertemente el uso de plantas medicinales, ya que si bien algunas pueden poseer alguna propiedad efectiva, el no conocer las dosis lleva a efectos tóxicos potencialmente mortales, como el paico.
RECORDAR: no todo cuadro gastrointestinal es empacho o gastroenteritis, podemos estar frente a una patología quirúrgica y retrasar su diagnóstico sólo agrava el cuadro . Lo mejor es consultar a un profesional, o combinar ambas técnicas.