El huevo es uno de los alimentos más consumidos en el mundo. Alrededor de su nombre hay miles de creencias populares que logran que la gente renuncie a su consumo sin una causa justificada. Este alimento tiene un papel importante en una alimentación equilibrada y sana, con muchísimos más beneficios que perjuicios para nuestra salud.

Está involucrado en muchas recetas, dulces y saladas, y además de ser barato y versátil es una fuente asequible de proteínas y nutrientes.

Entre los mitos hay quienes piensan que entre el huevo pardo y el blanco hay alguna diferencia nutritiva, esto es falso, la única diferencia es el tipo de gallina. Como este mito muchos mas, por eso en esta nota repasamos los Mitos y Verdades más divulgados sobre el huevo, a fin de promover su consumo.


1) El huevo aumenta el colesterol. FALSO.

Este mito viene desde hace siglos y es por el que la gente más deja de consumirlo o aparta su YEMA. Aunque es un alimento con alto contenido en grasas, son grasas saturadas conocidas como “buenas” (mono y poliinsaturadas) y está bien demostrado que el consumo de huevo NO contribuye al aumento del colesterol. El huevo posee un equilibrio entre el colesterol “malo” (LDL) y “bueno” (HDL) beneficioso para nuestra salud. Descartar la yema es un error, en ella se concentran muchas proteínas de alto valor biológico y muchas vitaminas A, D, E, B1, B2, potasio, hierro y fósforo esenciales para el organismo.

2) Contiene muchas proteínas. VERDADERO.

El huevo tiene pocas calorías y mucho contenido proteico de alto valor biológico. Posee todos los aminoácidos esenciales que nuestro necesita obtener de los alimentos, ya que no los produce por medio propio. Además de proteínas es una fuente de importantes cantidades de vitamina A y E (tienen función antioxidante), y vitamina D y B.

3) Agregarlo a la dieta provoca aumento de peso. MITO.

Al contrario de lo que se pensaba, el huevo es un gran aliado en nuestra alimentación saludable, por su contenido de proteínas en pocas calorias y en especial porque contiene Leucina, un aminoácido que favorece la sensación de saciedad por varias horas y evita el temido picoteo. Obviamente el método de cocción tiene que considerarse, evitando frituras en gran cantidad. Poché o hervido son opciones que no suman calorías ni grasas extras. Como con todo alimento, el equilibrio es la clave.

4) Son buenos para la vista. VERDADERO

Juega un papel importante en la salud ocular, por el aporte considerable de vitamina A, de antioxidantes y pigmentantes naturales. Contribuyen con el bienestar de las células oculares, disminuyen el riesgo de cataratas y degeneración macular.

5) L@s deportistas deben consumirlo crudo. MITO.

Se ha pensado que de esta manera es más nutritivo para los músculos, pero al contrario, comerlo cocido aporta más proteínas. El calor funciona digiriendo proteínas que de otra manera no se absorben. Además, hace su consumo mucho más seguro al destruir microorganismos como la Salmonella.

Recordá:

• Conservarlos en la heladera y solo lavarlos antes de su consumo.

• Evitar los cambios bruscos de temperatura.

Por ultimo, un tips para saber cuán fresco es poner el huevo en un vaso de agua , si se hunde, es fresco, si flota un poco es porque ya han pasado semanas desde la puesta y si flota del todo es mejor tirarlo.