El temblor esencial es un trastorno del sistema nervioso (neurológico) que causa movimientos involuntarios y rítmicos. Si bien puede afectar a prácticamente cualquier parte del cuerpo, el temblor se presenta con mayor frecuencia en las manos, especialmente al hacer tareas simples, como beber de un vaso o atarse los cordones.

El temblor esencial puede aparecer a cualquier edad, pero es más frecuente en personas de 40 años o más.

Con frecuencia se diagnostica erróneamente como enfermedad de Parkinson, es muy frecuente. De hecho, 1 de cada 5 personas con más de 65 años de edad pueden padecerlo. Entre más de 20 tipos distintos de temblores, el temblor esencial es el más frecuente. Una de cada 20 personas con más de 40 años de edad y 1 de cada 5 personas con más de 65 años de edad pueden tener temblor esencial. Si bien la edad promedio de inicio del temblor esencial es de 40, este puede aparecer por primera vez a cualquier edad entre la infancia y la vejez.

SÍNTOMAS
El temblor esencial se encuentra caracterizado por un temblor rítmico que se produce durante los movimientos voluntarios o al mantener una posición en contra de la gravedad. El temblor esencial con frecuencia se diagnostica erróneamente como enfermedad de Parkinson.

Los dos tipos de temblores incluyen:

1.Temblor cinético – Un movimiento voluntario como levantar una taza para llevarla a la boca.

2.Temblor postural – Una fijación voluntaria de una posición en contra de la gravedad tal como acercarse la mano o el brazo, o extenderlos.

La mayoría de las personas con temblor esencial experimentan tanto el temblor postural como el temblor cinético.
En personas totalmente normales existe un temblor fisiológico casi siempre de escasa amplitud que pasa inadvertido a la simple vista. Al extender el brazo y la mano delante del individuo y colocar una hoja de papel en el dorso de la mano se amplifica el temblor y puede identificarse el mismo.

La frecuencia de las oscilaciones del temblor fisiológico varía con la edad. En niños por debajo de 9 años es de unas 6 contracciones por segundo, aumenta gradualmente hasta que el sujeto llega a los 40 y comienza entonces a disminuir de manera que alrededor de los 70 regresa de nuevo a 6 contracciones por segundo.

Factores de riesgo
Los factores de riesgo conocidos del temblor hereditario comprenden:

Mutación genética. La variedad heredada del temblor hereditario (temblor familiar) es un trastorno autosómico dominante. Se necesita un gen defectuoso de solo un padre para transmitir la enfermedad.

Si tu padre o tu madre tienen una mutación genética para el temblor hereditario, tienes un 50 por ciento de probabilidades de desarrollar el trastorno tú mismo.

Edad. El temblor hereditario es más frecuente en personas de más de 40 años.

Temblores anormales

Temblor estático (de reposo).
Con mucho, casi todos los casos de temblor estático responden al Parkinson, pero, en ausencia de temblor, como ocurre en un pequeño número de pacientes con esta enfermedad están presentes los restantes signos cardinales de la misma con ausencia del temblor, así sucedió en la última década de la vida del padre del autor de este trabajo lo que implicó un diagnóstico relativamente tardío y un doloroso acicate para revisar este tema.
En el Parkinsonismo cuando el temblor no es visible todavía a simple vista, puede descubrirse ya el fenómeno de la rueda dentada indicando la presencia de temblor subclínico. Algunos pacientes presentan temblor de acción en lugar del temblor estático o en adición al mismo.
Otros temblores estáticos

Enfermedad de Wilson: Se describe como el temblor en batir de alas, es una enfermedad metabólica infantil con presencia del anillo Kayser- Fleischer en la córnea, cirrosis hepática, distonía y coreoatetosis en el orden clínico y pruebas de laboratorio específicas que son positivas.
Degeneración hepatocerebral crónica: Sucede en algunos pacientes con episodios reiterados de coma hepático en el que el temblor coincide con un síndrome neurológico progresivo crónico que incluye demencia, rigidez, disartria, ataxia y coreoatetosis.

Temblores en intoxicaciones: El temblor puede ser un signo destacado en las intoxicaciones por mercurio, monóxido de carbono, manganeso, arsénico y fósforo. La intoxicación mercurial ha sido descrita en más detalles y afecta principalmente a los dedos de las manos cuando los miembros superiores se encuentran en extensión o durante un movimiento voluntario.

Temblor postural:

a) Quizás exacerbación del temblor fisiológico:
Inducido por adrenalina:
Cuando se inyecta adrenalina a un individuo normal se produce un temblor con todas las características del temblor esencial excepto que la amplitud de las oscilaciones es mayor, se cree que la adrenalina actúa incrementando la sensibilidad de los husos musculares. 3
Temblor tirotóxico: Al parecer este temblor es una exacerbación del fisiológico y se considera que depende del aumento de la actividad simpática de la tirotoxicosis, puede suprimirse con Propranolol. 4

Temblor de ansiedad: Durante los períodos de ansiedad se observa un temblor rápido y fino muy parecido al de la tirotoxicosis, el mecanismo biológico de producción se le achaca a un incremento de la secreción de adrenalina. 5
Temblor de fatiga: Este temblor aparece posterior a la actividad física excesiva o a la falta de sueño, se observa un temblor fino y rápido en los dedos de las extremidades superiores en extensión y existe el criterio de que es debido al aumento de liberación de adrenalina.

b) Temblor probablemente no relacionado con el temblor fisiológico:

Temblor esencial: Este tipo de temblor a menudo se diagnostica erróneamente como Parkinsonismo. Los que atendemos toxicómanos conocemos que la propia droga que es responsable del temblor en el cuadro de abstinencia sirve para eliminarlo cuando se introduce de nuevo al organismo lo que origina uno de los tantos “círculos viciosos” en la desdichada vida del adicto, pero que el alcohol sirva para aliviar un temblor que previamente no tiene relación con este tóxico sí nos resultó un hecho que merecía revisarse, otro de los motivos impulsores para presentar este tema, así encontramos en la literatura que el temblor esencial se atenúa e incluso cesa con la ingestión de 2 onzas de bebida espirituosa tal como nos dijeron dos pacientes.
Este cuadro es casi siempre heredado con carácter autonómico dominante por lo que también se le designa con los términos de familiar o hereditario.
Suele descubrirse en la adolescencia o en la primera edad adulta y posee escasa amplitud durante muchos años de modo que apenas molesta.
El temblor esencial aumenta cuando el paciente trata de escribir, se puede extender a los labios, la lengua, el maxilar, la cabeza y en ocasiones a los músculos laríngeos y entonces produce tremulación de la voz.
Tal y como se encontró en la revisión del tema el tratamiento con Propranolol y Diazepam impuesto al paciente de referencia tuvo eficacia solo los dos o tres primeros meses de impuesto y no se abre otra solución terapéutica medicamentosa duradera hasta el momento.

CONCLUSIONES

El temblor es un síntoma- signo frecuente que tiene una rica semiología y semiotecnia.
No solo produce temblor el Parkinsonismo.
No siempre el Parkinsonismo produce temblor.
No todos los temblores son necesariamente patológicos, existe el temblor fisiológico.
Algunos medicamentos, algunos tóxicos, algunas drogas ilegales y legales producen temblores.
Aunque por lo general el temblor intencional es el de mayor amplitud, esta regla no debe tomarse al pie de la letra porque en un ataque temprano de esclerosis múltiple pueden verse síntomas psiquiátricos y un temblor intencional moderado.