La Educación Sexual Integral está establecida por la Ley Nacional 26.150.

Esta Ley Nacional lo que hace es implementar el Derecho Humano a la Educación Sexual Integral en nuestro derecho interno. Es importante acordarse que el Derecho a la ESI está contemplado en los Tratados de Derecho Internacional con jerarquía constitucional que son parte de nuestro sistema jurídico y necesitaba de una ley que lo hiciera operativo.

La Ley 26.150 establece que todas las personas que estudian “tienen derecho a recibir educación sexual integral en los establecimientos educativos públicos, de gestión estatal y privada de las jurisdicciones nacional, provincial, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y municipal.” La ESI es obligatoria en todos los niveles educativos y en todos los establecimientos educativos, sean estatales, privados o religiosos.

La ESI brinda educación precisa y con base en la evidencia científica, gradual y adecuada a cada edad y etapa del desarrollo integral con enfoque de derechos humanos, con base en la igualdad de género y relevante en relación con la cultura y también está adecuada al contexto en la que se aplica.

MITOS Y VERDADES

1. PROMUEVE LA HOMOSEXUALIDAD Y LA TRANSEXUALIDAD: MITO
Ningún contenido pedagógico de la ESI promueve una orientación sexual específica.

2. PROPONE APRENDIZAJES VINCULADOS A LA DIVERSIDAD SEXUAL Y EL RECHAZO POR LA DISCRIMINACIÓN: VERDADERO

3. ENSEÑA A MASTURBARSE Y A TENER RELACIONES SEXUALES A NIÑAS Y NIÑOS: MITO
Los contenidos pedagógicos no hablan de prácticas sexuales, sino que entienden a la sexualidad como la expresión en todo lo que somos, sentimos, pensamos y hacemos.

4. ADOCTRINA LA IDEOLOGÍA DE GÉNERO: MITO
Los contenidos de la ESI que abordan la perspectiva de género se basan en Tratados y Convenciones internacionales de Derechos Humanos.

5. QUIEREN IMPLEMENTAR LA ESI PARA HABLAR DE ABORTO: MITO
La Ley de ESI se aprobó en el año 2006. Los materiales pedagógicos son públicos y están disponibles. Al ser una ley nacional, toda la docencia tiene la obligación y la oportunidad de sus contenidos, que están sostenidos en marcos legales que buscan garantizar los Derechos Sexuales y Reproductivos.