Cuando decimos Cebolla no hay duda en que es uno de los vegetales más usados y que le da ese toque único a los platos, sin ella no serían iguales, pero, ¿a qué costo? .
Cuando llega el momento de manipularla sabemos que podemos terminar con los ojos irritados y llorando. Ardor, picazón, molestia…

¿Por qué nos lloran los ojos?¿Sabías que hay explicación científica de esto?

Esta hortaliza tiene en su interior varios compuestos químicos, entre ellos abundan los azufrados, responsables de su sabor y de su olor penetrante e inconfundible. Estas sustancias con azufres son las que se convierten en un GAS que se volatilizan en el ambiente.

Al ponerse en contacto con la superficie acuosa del ojo, se dan distintas reacciones químicas que lo transforman en un gas muy corrosivo, el ÁCIDO SULFÚRICO. Esta irritación estimula inmediatamente a los nervios sensitivos corneales lo que concluye con una respuesta defensiva aumentando la producción de lágrimas para evitar el daño ocular. Si, las lágrimas nos salvan. Además los vasos oculares se dilatan y son responsables de los ojos rojos.

¿Como podemos evitarlo?

Hay muchos tips que vamos a dejar para reducir la producción del gas lacrimógeno y con eso la irritación, para poder disfrutar de la preparación del plato.

1) Congelar o enfriar la cebolla previo al corte. Lávala o llévala a la heladera un rato antes, con la disminución de la temperatura las partículas que vuelan son muchas menos.

2) Cortarla bajo agua. Una técnica molesta pero efectiva, ya que las moléculas van a reaccionar con el agua antes de llegar a nuestros ojos.

3) Usar gafas oculares. Disminuye la superficie de exposición y no llegan al contacto con los ojos.

4) Cuchillo adecuado. NO uses cuchillo de serrucho, esto rompe más células y a más cortes, más moléculas liberadas y más lágrimas. Un cuchillo afilado y fino, cortes rápidos para reducir el tiempo de producción.

5) Dejar un vaso con agua cerca.
La idea es que las moléculas reaccionen con esto y no con los ojos.

6) Mojar el cuchillo. Pasar el cuchillo por agua previo a cada corte con agua o jugo de limón. También podes pasar jugo de limón en la tabla.

Además podés sumar un extractor en el ambiente .

Recuerda enjuagar con abundante agua los ojos si ya se te irritan, evita tocarte la cara o rascarte después de manipular la cebolla. Si perdura muchas horas acércate a un centro cercano.