¿Sabías que 3 de cada 4 pacientes que necesitan células de médula osea no tienen un donante compatible en su familia? Ser donante es simple, un acto voluntario y un compromiso a largo plazo, enterate acá de que se trata:
Las Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) son las células encargadas de producir los componentes de la sangre. Estas células se pueden donar en vida y se utilizan en pacientes con indicación de trasplante de médula ósea. Las CPH se encuentran en la médula ósea humana que esta ubicado en la parte central de los huesos. Estas células también se encuentran en la sangre del cordón umbilical y en la placenta del bebé recién nacido. No debe confundirse la médula ósea con la médula espinal, que es un cordón del sistema nervioso ubicado dentro de la columna vertebral.
Para un paciente que necesita un trasplante de CPH, los hermanos son los mejores donantes, debido a la posibilidad de similitud genética. Sin embargo, sólo el 25% de los pacientes tienen un donante compatible en su grupo familiar, por eso es importante contar con muchos donantes registrados. Cuántos más donantes inscriptos existen, y más variadas son sus identidades genéticas, mayores son las posibilidades de los pacientes de encontrar un donante lo suficientemente compatible para un trasplante no familiar.
¿Cómo hacer para inscribirte como donante voluntario de células progenitoras hematopoyéticas (CPH)?
Para realizarlo, tenés que donar sangre normalmente en un centro asociado al Registro. De esa sangre se extrae una pequeña muestra que se analiza genéticamente. El resto de la sangre se utiliza en pacientes que la necesitan para tratamientos y cirugías. Los datos genéticos ingresan a la base de datos y quedan a disposición para ser comparados con los de los pacientes que necesitan un trasplante. Si se encontrase compatibilidad, se te notificará para realizar la donación. Como es un acto voluntario, todo donante puede cambiar su decisión cuando lo desee, comunicándose con el Registro para su remoción.