El síndrome de fatiga crónica es un trastorno complejo caracterizado por fatiga extrema que no puede atribuirse a ninguna enfermedad preexistente. La fatiga puede empeorar con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso. A veces es posible que ni siquiera pueda salir de la cama.

¿Cuáles son los síntomas más comunes del síndrome de fatiga crónica?

  • Fatiga
  • Pérdida de memoria o concentración
  • Dolor de garganta
  • Agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello o las axilas
  • Dolor articular o muscular sin causa aparente
  • Dolores de cabeza
  • Sueño no reparador
  • Agotamiento extremo que dura más de 24 horas después de realizar ejercicio físico o mental

 

El síndrome de fatiga crónica puede ser impredecible. Sus síntomas pueden aparecer y desaparecer. Pueden cambiar con el tiempo. En ocasiones pueden mejorar y otras veces empeorar.

Factores de riesgo

Los factores que pueden aumentar los riesgos de padecer síndrome de fatiga crónica son:

  • Edad. El síndrome de fatiga crónica puede ocurrir a cualquier edad, pero afecta con más frecuencia a personas de entre 40 y 50 años.
  • Sexo. Las mujeres reciben diagnóstico de síndrome de fatiga crónica con mucha más frecuencia que los hombres, pero quizás esto se deba simplemente a que las mujeres son más propensas a informar sus síntomas a un médico.
  • Estrés. La dificultad de manejar el estrés puede contribuir a la aparición del síndrome de fatiga crónica.

En la década del 90′ se definía al síndrome de fatiga crónica como un cuadro que se caracteriza por un cansancio que podía durar más de seis meses. En este sentido, es importante diferenciarlo de lo que se conoce como un síndrome de fatiga posviral (SFPV) que puede asociarse, por ejemplo, a una hepatitis o alguna otra enfermedad. En el SFC, este tipo de cansancio se da de forma mucho más prolongada.

Desde el punto de vista médico, es muy importante asegurarse que las causas de esta fatiga, no respondan a cuestiones hormonales, oncológicas o infectológicas.

El perfil del paciente

Los pacientes suelen ser personas con un nivel muy alto de ansiedad, de minuciosidad, obsesivos y detallistas que pueden ser muy dependientes o con un gran necesidad de aprobación. También pueden tener personalidades limítrofes «blanco y negro», que tienen una apreciación de sí mismos y expresan su estado emocional de manera exagerada y sin tonos neutros.