En principio, el doctor aclaró que «por un lado es cierto que el vino tinto, tiene dos tipos de componentes fundamentales, uno de ellos, los taninos, son antioxidantes, disminuyen el envejecimiento celular, esto es verdad. Pero también está demostrado que para que produzcan este efecto, la dosis de la sustancia tiene que ser muy alta, no la que tiene una copa de vino. Por otro lado, tiene sustancias, que está demostrado que, en pequeñas dosis, tienen un efecto beneficioso sobre el colesterol malo, lo cual sería bueno para la función cardiovascular, que es a lo que se refería el doctor Favaloro con su frase».
En este sentido sostuvo que «es muy difícil definir la dosis. Además de que actualmente, el alcohol es la peor droga, como consumo masivo. Es la droga que más se relaciona con el cáncer y las adicciones».
«La verdad que lo importante es manejar la dosis, ¿cuál es la dosis justa del placer y cuál es la dosis de la adicción?, ¿cuándo empieza uno a tomar por placer, y cuándo empieza a tomar uno por adicción?» reflexionó Spaccavento.
Para concluir con este tema comentó «si usted puede tomar un vasito de vino tinto y tener un momento placentero, relajado, no está mal. Pero si esto es una necesidad para usted, deje el hábito porque se puede estar convirtiendo en una adicción».
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