Las infecciones urinarias son, como su nombre lo indica, inflamaciones del tracto urinario causadas por microorganismos. Pueden localizarse en cualquier parte del tracto urinario: uretra, vejiga, ureteres y riñones. Son mucho más frecuentes en mujeres porque tienen uretra más corta y su orificio de entrada más cerca del ano, lo que facilita la llegada de esos microorganismos.
Entre los síntomas más frecuentes se encuentran dolor o ardor al orinar, necesidad de orinar con mayor frecuencia, orina turbia, con mal olor o incluso con sangre. Si además se presenta fiebre o dolor en la zona lumbar de la espalda, es probable que la infección se encuentre en los riñones.
Pero lo más importante es: ¿cómo las prevenimos? Para prevenir estas infecciones, sobre todo en aquellas personas que presentaron varios episodios, se recomienda:
– Beber abundante líquido, porque si hay más orina los gérmenes serán arrastrados hacia el exterior.
– No retener la orina, ir al baño cuando esté el deseo y vaciar completamente la vejiga.
– Higienizarse o al menos orinar después de tener relaciones sexuales.
– Limpiarse después de orinar o defecar siempre de adelante hacia atrás, ésto es especialmente importante enseñarselo a las niñas cuando comienzan a ir solas al baño.