Uno de cada 10 argentinos es diabético, una enfermedad que se caracteriza por tener la glucosa elevada en sangre. Al igual que con las infecciones, esa población también es más vulnerable a tener problemas en los pies por el daño en los vasos sanguíneos y en los nervios.

Por eso se recomienda que el control de los pies de los pacientes sea parte de las consultas, ya que la pérdida de sensibilidad disminuye la capacidad de sentir dolor y aumenta el riesgo de que aparezcan lesiones que, avanzadas, sólo se pueden controlar con una amputación. En nuestro país, el 70% de amputaciones se pueden evitar con un buen control metabólico de los pacientes con diabetes. Y, en promedio, anualmente se hacen en el mundo 100 amputaciones mayores (extremidades inferiores) cada 100.000 personas con diabetes y entre 160 y 170 amputaciones menores (los dedos o el antepie) por cada 100.000 pacientes.

Pero, para que exista un compromiso de pie diabético, debe haber entre 10 y 15 años de un mal control metabólico. No lo padece cualquier persona. Por eso acá te dejamos algunas recomendaciones finales para evitar estas lesiones y sus consecuencias:
  • Inspeccionate los pies a diario. Revisate los pies una vez al día en busca de ampollas, cortes, grietas, llagas, enrojecimiento, sensibilidad o hinchazón. Si tenes problemas para alcanzar los pies, usa un espejo de mano para mirar las plantas de los pies.
  • Lavate los pies todos los días. Lavate los pies a diario con agua tibia (no caliente). Secalos suavemente, en especial entre los dedos.
  • No elimines las callosidades u otras lesiones de los pies vos mismo. Para evitar lesionar la piel, no uses limas para uñas, cortauñas ni tijeras para uñas sobre las callosidades, los callos, los juanetes, ni en las verrugas. No uses productos químicos para eliminar verrugas. Consulta con tu médico o especialista en pies (podólogo) para eliminar cualquiera de estas lesiones.
  • Córtate las uñas con cuidado.
  • No camines descalzo.
  • Usa medias secas y limpias. Usa medias fabricadas con fibras que alejen la transpiración de la piel, como fibras de algodón, no nailon. Evita los elásticos ajustados que reduzcan la circulación.
  • Compra zapatos cómodos. Calzado que amortigüe el talón, el arco y el pulpejo del pie (región metatarsiana). Evita el calzado ajustado y los tacos altos o los zapatos estrechos que aprietan los dedos del pie.
  • No fumes. El tabaquismo empeora la circulación y disminuye la cantidad de oxígeno en la sangre.
  • Programa controles periódicos de los pies. El médico o podólogo puede inspeccionar los pies en busca de signos tempranos de lesión a los nervios, problemas de circulación u otros problemas en los pies.