El hantavirus produce una enfermedad aguda infecto contagiosa que se transmite por roedores que portan el virus . Los roedores infectados actúan como huéspedes de la enfermedad manteniendo la infección en forma persistente y asintomática.

Si bien las infecciones por hantavirus tienen una baja incidencia, son de importancia para la salud pública por su mortalidad , por el riesgo de brotes y por el hecho de que no existe tratamiento específico disponible. Esto hace imprescindible adoptar medidas de prevención en las áreas donde viven roedores.

Este  caso confirmado está dentro de la estadística que  marcan los últimos años. En  el noroeste de Chubut, hay entre cinco y ocho casos por año de infecciones por hantavirus y  en época de verano es cuando explota la población de roedores.

Se piensa que los seres humanos resultan infectados cuando se exponen al polvo contaminado de los nidos o excrementos de los ratones. Usted puede estar en contacto con este polvo contaminado al limpiar viviendas, barracas y otros recintos cerrados que han estado desocupados durante largo tiempo.

Los síntomas se parecen a un estado gripal: fiebre, dolores musculares, escalofríos, cefaleas (dolores de cabeza), náuseas, vómitos, y a veces dolor abdominal y diarrea. Después de algunos días puede haber dificultad respiratoria que puede agravarse produciendo lo que se conoce como “síndrome cardiopulmonar por hantavirus”, que si bien es poco frecuente puede llevar a la muerte si no es tratado a tiempo.