1 – Dar la teta NO duele. Cuando hay dolor es porque la prendida no es la correcta y el/la bebé no está recibiendo suficiente leche. El dolor funciona como una alarma natural para alertarnos de que algo no está bien. Si hay dolor se debe evaluar y corregir para que la toma sea efectiva.
2 – Los pechos no son un biberón que se «llenan» y se «vacían». Sentir los pechos blandos no es una señal de poca producción. Para garantizar un adecuado volumen de leche se debe prender a la/el bebé con frecuencia.
3 – La lactancia materna debe ser a libre demanda. Es esperable que el/la recién nacido/a mame con una frecuencia menor a dos horas. Al ir al pecho satisfacen su necesidad de alimento y también su necesidad de contacto.
4 – La forma de los pechos o pezones no es importante. No se necesita ningún tipo de preparación. Toda mujer sana es capaz de amamantar.
5 – Las redes de sostén son de mucha utilidad, sean grupos de crianza o grupos de apoyo a la lactancia. La información es poder.