La masturbación es el acto en el cual un individuo estimula sus genitales y zonas erógenas del cuerpo para obtener placer, conduciendo o no al orgasmo. Es un acto común en hombres y mujeres, de todas las edades, tanto en personas solteras como en parejas.

El darse placer a sí mismo sigue siendo un tema tabú, y considerado por muchas culturas como algo dañino, vergonzoso, inmoral, con muchos mitos a su alrededor que son totalmente falsos. Se trata de una forma natural y segura de explorar tu cuerpo.

Hoy queremos compartirles sus beneficios comprobados en la masturbación masculina, para saber donde puede ser nuestra aliada y cuanto más allá nos proporciona conocer nuestro propio cuerpo.

BENEFICIOS:

Promueve la intimidad. Se vuelve un momento para conocernos.

– Previene el cáncer de próstata. Gracias al vaciado frecuente de la glándula, los hombres que eyaculan más de cinco veces a la semana reducen el riesgo de padecer esta patología.

– Mejora la fertilidad. Al reducir los espermatozoides residuales y favorecer los de mejor calidad y motilidad, aumenta la probabilidad de fecundación.

– Ayuda a combatir la eyaculación precoz. Permite conocer más y controlar las sensaciones que surgen en el acto sexual, acostumbrarse lentamente y ser conscientes de ellas.

– Alivia el estrés, reduce la ansiedad y mejora el estado de ánimo. Se libera un cocktail de hormonas, incluida la dopamina y serotonina, responsables de estos efectos.

– Ayuda a dormir mejor. Relaja parte de nuestro cerebro y junto a las hormonas liberadas ayuda a conciliar el sueño.

– Fortalece músculos. La masturbación regular ayuda a fortalecer los músculos del suelo pélvico y previene la disfunción eréctil y la incontinencia.

– Mejora el sistema inmune. La eyaculación aumenta los niveles de la hormona cortisol, ayudando a regular y mantener el sistema inmunológico.

En realidad, la masturbación tiene más beneficios que perjuicios. Le harás un gran favor a tu salud aprovechando los beneficios que aporta. Con ella se libera una gran cantidad de sustancias neuroquímicas que producen bienestar, como la dopamina y la oxitocina, que elevan el espíritu, aumenta la satisfacción y activan los circuitos de recompensa del cerebro.